Los árboles y palmeras cuentan con un sistema hidráulico delicado que permite el flujo continuo de agua, nutrientes y savia a través de sus tejidos vasculares. Este sistema, especialmente en el xilema, es fundamental para la supervivencia de la planta y, por lo tanto, cualquier daño a estos tejidos puede tener consecuencias permanentes. Cuando se perforan estos tejidos con brocas, como ocurre en ciertas técnicas de endoterapia por gravedad como las piquetas, se interrumpe la hidráulica natural de la planta, afectando de forma irreversible el flujo de agua y nutrientes en la zona dañada y en muchos casos llevando a la necrosis de los tejidos.
Aunque la mayoría de los sistemas de endoterapia son invasivos y generan algún nivel de daño, el uso de una presión moderada para inyectar los químicos permite que el sistema hidráulico de la planta se restablezca. Este control de presión facilita que el flujo de agua y nutrientes continúe en las vías vasculares sin bloquearse, evitando el riesgo de embolias permanentes. En cambio, técnicas de endoterapia por gravedad, que requieren perforaciones profundas para introducir los tratamientos, son más perjudiciales, ya que las cavidades creadas no se regeneran, comprometiendo así el transporte interno de agua y nutrientes.
En un estudio realizado por Weiner G., Liese W. 1995, se realizaron perforaciones de 4 mm de diámetro y 40 mm de profundidad en el interior del cilindro central del estípite de una Roystonea regia de 35 años de edad y 11 m de altura. A nivel microscopico se observó una reacción de los tejidos el primer día luego de realizada la perforacion. Los compuestos fenólicos continuaron acumulándose hasta los 21 días. Se encontraron geles (goma rica en pectina con trazas de aldehídos) en los vasos y las células del floema a partir de los 7 días. La tilosis se observó en los vasos alrededor de la perforación, pero sólo en la parte apical (zona joven) del estípite. Progresivamente, pero solo en la parte superior, los espacios intercelulares del parénquima se llenaron de gel. A partir del día 21, se necrosaron las células del parénquima inmediatamente próximas a la zona perforada formando tabiques. Estas células, así como las fibras están completamente obstruidas por compuestos fenólicos.
Por este motivo, es crucial optar por métodos de endoterapia que sean minimamente invasivos y utilicen presión controlada para preservar la integridad del sistema vascular, asegurando que el flujo natural de savia y agua continúe en toda la planta.
Referencias:
Diario El Pais - España ¿Cómo consiguen los árboles que el agua llegue a todas las hojas?
Weiner G., Liese W., 1995. Wound response in the stem of the royal palm. IAWA Journal, 16, 4, 433-442.
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